jueves, 3 de julio de 2014

Jorge Pardo: “Recibir premios es bonito, pero para mí el galardón es vivir como vivo y hacer la música que hago”


Texto y Fotografía: Rubén M. Checa

El músico volvió anoche a Cuenca, donde recibió el primer galardón de los Premios Manuel Margeliza. En su dilatada carrera profesional ha colaborado con artistas como Paco de Lucia y Camarón, lo que ha sido “un gustazo” para el artista, y fue nombrado en 2013 como Mejor Músico de Jazz Europeo. Ahora, Josemi Carmona y Bandolero acompañan al músico en esta  innovadora apuesta musical titulada Huellas, que llega a Estival Cuenca tras pasar por festivales de jazz y flamenco como ‘Fest Jazz San Sebastián’ o ‘Iberica Flamenco Fest’ en República Checa. Hablamos con él minutos antes de su actuación.

P.- Esta noche te entregan el premio Manuel Margeliza, ¿Cómo te sentiste cuando te lo comunicaron?

R.- Bien, a nadie le amarga un dulce. Que se hayan acordado de mí es algo que me da ilusión. Por otro lado me siento triste en ser el primero en recibir este premio, porque este músico nos abandonó hace relativamente poco.

P.- Este no es el primer premio que recibes. En 2013 recibiste el premio al Mejor Músico de Jazz Europeo que otorga la prestigiosa academia del Jazz Francesa. ¿Cómo fue esa experiencia?

R.- Recibir premios es bonito, halagador. Pero soy un poco objetivo y sabes que cuando te dan un premio al mejor, no lo eres. Hay mucha gente merecedora de ese premio pero te han elegido a ti por un causal de la vida. Si te alegra mucho y te lo crees, lo mismo tendrías entonces que cabrearte si no te lo dan, ¿no? Así que ni una cosa ni otra, son cosas que vienen y son cariñosas, pero el premio para mi es vivir como vivo y hacer la música que hago. Eso es el premio.

P.- Estas de vuelta en Cuenca. ¿Cómo ha sido volver a la ciudad?

R.- Tengo aquí muchos recuerdos de mi más tierna juventud. Tenía unos colegas y venía a tocar de vez en cuando en algunos bares de la ciudad. Hubo una etapa en la que venía a Cuenca de vez en cuando.

P.- Y ahora vuelves a pisar el Auditorio de Cuenca…

R.- Es fantástico. Estuve aquí hace tres años compartiendo cartel con Enrique de Melchor, también desaparecido hace dos años. Hicimos un programa de flamenco, fue fantástico, y volver otra vez al Auditorio es fantástico. Sé que nos tenían preparado un sitio en el Parador, pero ya quedará para otra vez.

P.- En tu larga carrera profesional has practicado multitud de estilos musicales. Pero, ¿con cuál te sientes más cómodo?

R.- Se habla mucho de los estilos musicales. Mi manera de hacerlo ha sido muy personal: ningún estilo musical como es o como debiera de ser y todos como a mí me salen. Lo que he desarrollado a lo largo de todos estos años es más un lenguaje personal y bueno, cualquier estilo es música y me siento muy bien con todo lo que hago.

P.- ¿Te gustaría probar estilos nuevos o fusionar los ya existentes?

R.- ¿Por qué no? En realidad la palabra fusión se emplea ahora mucho como si se hubiera inventado ayer. Pero la fusión existe desde hace muchos años, no es una cosa nada nueva. De hecho los estilos que hoy en día conocemos como el Rock and Roll parecen que han venido del cielo, pero han sido el producto de una fusión de estilos y en una época social de cambios. Todos los estilos son productos de una fusión en sí mismos, así que todo está fusionado.

P.- ¿Cómo se ve tu música fuera de España?

R.- En muchos sitios del extranjero vienen a ver los espectáculos de flamenco con mucha curiosidad y mucha entrega. Según que países, hay una gran tradición de teatro y notas esa cultura del respeto para este tipo de conciertos por parte del público y de los organizadores. No quiero decir que eso aquí no exista, ojo, pero quizás está más arraigado en otros países.

P.- Has colaborado en múltiples grabaciones con Paco de Lucía. ¿Cómo te sentiste al recibir la noticia de su fallecimiento?

R.- Fíjate: unos 20 años juntos dando vueltas al mundo, muchos conciertos, grabaciones, desayunar los dos en los hoteles y cenando y tomándonos una copa y hablando de nuestras cosas… Mira lo que es. Lo que pasa que es así. Aquí todo el mundo estamos de paso. Ha sido un gustazo haber compartido parte del camino con Paco, sin duda.

P.- Hace un par de días, La Trini dijo en otra entrevista a Estival Cuenca que los medios españoles no le han dado la importancia que se merecía a la muerte de Paco de Lucía. ¿Estas de acuerdo?

R.- Es difícil hablar de eso, pero en el fondo sí, estoy de acuerdo. Pero Paco no era una persona grandilocuente, de grandes demostraciones de su “poderío”. Paco es súper querido y admirado por los aficionados y tiene el respeto de todo el mundo en España. Si las instituciones no se mojan, pues es una pena, ¿no? Estoy seguro de que en otro país este tipo de cosas no pasan o, al menos, no pasan de esta manera. Se cuida más al arte como producto interior. Aquí adoramos más al becerro de oro de lo que viene de América o de los que han vendido 400 millones de discos. Eso parece que es lo que nos motiva a la gente y admiramos más. Pero en fin, así es la cosa.

P.- También has colaborado con otro grande del flamenco como es Camarón…

R.- Bueno… Camarón se ha convertido en un icono del flamenco después de muerto. Me acuerdo de haber trabajado con Camarón de jovencito y andar para aquí y para allá, y él era una persona querida por el aficionado pero no era un tipo popular, ni mucho menos. La gente no sabia de Camarón como sabe ahora.

P.- Ahora te acompañan en el escenario Josemi Carmona y Bandolero. ¿Cómo es compartir la música con ellos?


R.- Dos genios. Josemi ha inventado, por así decirlo, el sonido Ketama, toda una manera de tocar la guitarra, siendo flamenco por los cuatro costados y viniendo de grandes guitarristas flamencos. Él ha tomado ese testigo. Ha puesto patas arribas la guitarra flamenca en ese sentido. Y Bandolero con la percusión igual. Son una referencia hoy en día. 

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